En esta enfermedad crónica es esencial
combatir la inflamación y cuidar el intestino. Los antioxidantes, los probióticos y ciertas grasas te ayudarán.
La fibromialgia,
como otras enfermedades inflamatorias, tiene su origen probable en
la hiperpermeabilidad intestinal. El intestino, dañado e inflamado,
no cumple con su función de aduana y deja pasar todo tipo de sustancias.
El sistema inmunitario se activa y, entre otros síntomas de la fibromialgia,
provoca una respuesta inflamatoria crónica a diferentes niveles, que
afecta sobre todo a músculos y tendones.
Una alimentación rica en verduras, hierbas y especias,
grasassaludables y fibra, y en cambio pobre en cereales refinados,
productos procesados, azúcares, alcohol y otros tóxicos, va a facilitar el
proceso antiinflamatorio necesario para revertir la situación.